Te escribí una carta en París
Porque no sé, es París y
Es el tipo de cosas
Que uno debe hacer aquí
Entre calles pintadas de rosa
Mi corazón se deja abrazar
Por la ciudad amiga
Que hace mucho que no ve
Y entre azules pintados con nubes
Mi corazón se deja flotar
Se satura, se infla y crece
Porque sabe, que en tu ausencia
Tu presencia
Permanece
Te escribí una carta en París
En la noche que no duerme
Frente a estrellas que naufragan
Por el mar de tinta infinito
La gran linterna de acero
Explota e hipnotiza
Lanzando, desde lo alto
Meteoritos de luz
A mi alrededor todo se enciende
Los míos, y los otros
Pero yo brillo, desde adentro
Con recuerdos
De nosotros
Te escribí una carta en París
Huérfano de tu silueta
Mi cuerpo añora el pasto oscuro
Respiro el suave anhelo
De perderme en tus verdes olas
Sin tener que contar las horas
Y desvelarme, a tu lado
En esta vida
O en la que sigue
Con un queso brie y una
Canasta con
Fresas, cerveza y para variarle
Poquita certeza
Bajo el mismo cielo estrellado
Te escribí una carta en París
Entre senderos empedrados
Me tropiezo con mi propio sentir
Qué difícil reducir
El canto de mi pecho
A palabras de aserrín
Qué difícil resumirnos
Fruto de una noche
Que bien pudo nunca ser
Vela que se enciende y apaga
Según la semana
Montaña de arena que
Se forma y se rompe
Siempre a la vez
Poción de magia
Sin principio ni fin
Poción de magia
Que embriaga tanto o más
Que un fin en París
Estuve en París y mi corazón latía por ti así que
Te escribí una carta
Pero nunca
Te la di.